Ella, una jubilada de Toledo. Él, un jubilado de Ávila un año mayor que ella y en busca de una mujer humilde y «casera». Parece que de primeras Jesús aprobó la cita que el programa había elegido para él. «Es una mujer guapa y de mi estilo. Creo que podemos tener algo juntos«, expresaba. Pero no era recíproco, pues Julia lo consideraba «muy mayor, aunque solo tenga un año más que yo«.
Aun así, Julia quiso darle una oportunidad a su cita y ambos compartieron la cena. Durante la misma esta le contó a Jesús que era viuda, momento en el que este hizo una confesión que dejó descolocada a la comensal. «Yo te soy claro, no quiero viudas«, confesaba Jesús.
La toledana quiso saber a qué se debía esta exigencia. «Porque las mujeres viudas solo me hablan de su marido y yo no quiero hablar del pasado. No me importaría tener una mujer prostituta, si conmigo se lleva bien y yo con ella. Lo que haya pasado me da igual, a mí lo que me importa es el ahora«, expresaba este. Unas palabras que no lograron convencer a su cita en First Dates.
Eso no era todo, puesto que Jesús tenía otra petición para la mujer con la que estuviera: «Que no sea muy pinturera«. El de Ávila explicaba que no le gustan las mujeres que se arreglan demasiado y se maquillan. «Pues yo voy a la peluquería todas las semanas. Hay que estar guapa«, explicaba Julia.
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