Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, los define en el mismo medio como «pequeños quistes hechos de queratina. La queratina es una proteína que se aloja en la capa más superficial de la piel, llamada estrato córneo, que forma el cabello, las uñas y la piel» y explica además que aparecen cuando la piel crece en exceso sobre un poro y atrapa restos de piel y algo de grasa bajo la superficie.
Por otra parte Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8 nos da un truco para asegurarnos de que no se trata de acné: comprobar que no salga nada de su interior si lo presionamos, como ocurre con un punto negro o una espinilla.
Desde la web de Nivea hablan de la exposición a la radiación UV, además del tabaco y el alcohol, el excesivo uso de productos de higiene o cosméticos oclusivos o agresivos para la piel y de algunas lesiones como heridas o intervenciones quirúrgicas además de afecciones como la dermatosis, como posibles causas de su aparición.
Y aunque desaparecen solos, explican que lo aconsejable es recurrir a un profesional para ello, que, «puede recomendarte tratamientos de exfoliación profesionales o realizar una limpieza de la piel con una aguja específica» o incluso hacer una pequeña incisión en la piel para llevar a cabo la extracción del quiste, pero nunca debemos eliminarlos nosotros mismos.
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