El estudio ha sido publicado en la revista Nature y en él, mediante células humanas y de ratones con obesidad,» los científicos han descubierto que el tejido adiposo, conocido coloquialmente como grasa corporal y que está compuesto por células llamadas adipocitos; tiene memoria«, explican desde telecinco.es
Así, los ratones portadores de esta memoria obesogénica suben de peso de forma acelerada en cuanto se les expone de nuevo a la misma alimentación que tenían antes de la dieta, ganan peso múcho más rápido que los ratones que no eran obesos, explicando así el efecto yo- yo.
Es decir, una de las razones de que cojamos peso después de haberlo perdido está en que las células grasas recuerdan que antes eran obesas e intentan volver a este estado de obesidad.
Y es que «Incluso después de una pérdida de peso significativa, las células adiposas mantienen alteraciones en su epigenoma (como cambios en la expresión génica y marcas epigenéticas) relacionadas con la obesidad previa», explican y estas modificaciones, a su vez dificultan que la función metabólica sea normal y «predisponen al organismo a recuperar peso rápidamente al enfrentar un entorno obesogénico».