Durante su concierto en Santander el pasado 22 de agosto, en el marco de su gira ’20 Años Sin Noticias’, Melendi protagonizó uno de los momentos más entrañables y sorprendentes de la noche. El público, que llenaba el recinto, estaba disfrutando del espectáculo cuando el cantante decidió realizar un gesto que nadie esperaba: invitó a dos niños a subir al escenario. Lo que sucedió después dejó a todos, incluyendo al propio Melendi, boquiabiertos.
El artista, siempre cercano con sus seguidores, acostumbra a interactuar con el público durante sus presentaciones, pero esta vez la interacción fue más allá. Los niños, visiblemente emocionados al estar frente a su ídolo, sorprendieron al artista con una solicitud que pocos habrían imaginado. Melendi, sonriendo y dispuesto a complacerlos, les preguntó qué canción querían escuchar. Mientras todos esperaban algún tema popular de su extenso repertorio, los pequeños rompieron con las expectativas y pidieron una canción menos habitual pero muy significativa para los seguidores más veteranos del cantante: Billy El Pistolero.
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Billy el Pistolero, una canción que forma parte de los primeros años de la carrera del artista, narra la historia de un joven que sueña con la libertad y la inocencia del pasado, reflejando las luchas internas y la búsqueda de una vida más sencilla, enmarcadas en su característico estilo lírico. Es un tema que ha resonado profundamente en su base de fanáticos desde sus comienzos.
Melendi, conmovido por la petición, no dudó en complacer a los niños y al público que también comenzó a corear la canción desde el primer acorde. Billy El Pistolero, con su lírica nostálgica y emotiva, llevó a los presentes a un viaje por los recuerdos, recordando la época en la que Melendi empezaba a despuntar en la escena musical española. El cantante, acompañado de su banda, interpretó la canción con una energía renovada, provocando una ola de emoción en el público.
En el asiento de un coche antiguo
Abandonado en un desguace en el olvido
Con un canuto entre los dedos, cara de malo
Y con sombrero de vaquero y su pistolera
Que le dan miedo y en su cuerpo
No cabían ya más secuelas
De chinas que le cayeron
Siempre decía gritando al cielo
Que algún día sería
Tan niño como fue Billy el pistolero
Que en su caballo cabalgaba to los días
Y desde su barrio hasta la plaza de la alegría
Donde encerraba el pasado dentro de una papelina
Donde soñar es tan caro como barata es la luz del día
Fueron figura de la amargura
Bebía a pelo pequeñas dosis de locura
Se confesaba en un estanco iba a la iglesia
Pa fumarse uno a uno to los pecados
Papel de biblia liado, sin darse cuenta llegó a la meca
De tos los desamparados
Siempre decía gritando al cielo
Que algún día sería
Tan niño como fue Billy el pistolero
Que en su caballo cabalgaba to los días
Y desde su barrio hasta la plaza de la alegría
Donde encerraba el pasado dentro de una papelina
Donde soñar es tan caro como barata es la luz del día
Siempre decía gritando al cielo
Que algún día sería
Tan niño como fue Billy el pistolero
Que en su caballo cabalgaba to los días
Y desde su barrio hasta la plaza de la alegría
Donde encerraba el pasado dentro de una papelina
Donde soñar es tan caro como barata es la luz del día
Que en su caballo cabalgaba to los días
Y desde su barrio hasta la plaza de la alegría
Donde encerraba el pasado dentro de una papelina
Donde soñar es tan caro como barata es la luz del día
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