Según una encuesta realizada por la Organización de Ciencias de la Seguridad UL, el sesenta por ciento de la población española duerme con la puerta de la habitación abierta. Y es que aunque te parezca irrelevante, dejar abierta o cerrada la puerta del dormitorio tiene importancia e incluso puede ser vital.
Desde Telecinco aluden a dicha organización, desde dónde explican que aunque en las construcciones modernas hemos ganado tiempo para salir más rápido de la vivienda si se produce un siniestro mientras dormimos: « la clave es ganar tiempo, el suficiente para despertarse y pedir auxilio. Y en estos casos, la puerta cerrada puede salvarte»
Dormir con la puerta cerrada evita que en caso de incendio entre el humo en la habitación, pero también va a proteger la temperatura de la misma, evitando que se alcancen máximas letales, además de mantener los niveles de oxígeno algo más estables, ya que pueden pasar de los 10.000 ppm de CO2 con la puerta abierta a mantenerse en 1.000 partes por millón con la puerta cerrada. Tanto es así que el año pasado desde UL realizaron una campaña a la que llamaron ‘Close Before You Doze’ o ‘Cierra antes de dormir’, precisamente para concienciar a la población de que un gesto tan simple puede salvarte la vida.dormir
Dormir con la puerta abierta versus dormir con la puerta cerrada
Getty
Pero aquí podemos entrar en contradicción, ya que aunque dormir con la puerta cerrada es más seguro, hacerlo con la puerta abierta es mejor para nuestra salud. De hecho desde Saber Vivir se refieren a algunos estudios que han demostrado los beneficios de hacerlo, entre ellos que el sueño es más profundo si respiramos aire bien oxigenado y en una habitación cerrada ocurre lo contrario, «se acumula poco a poco el dióxido de carbono que exhalamos de forma natural al respirar. El aire se vicia a medida que pasan las horas«, explican.
Además se refieren a un estudio realizado por Científicos de la Universidad Técnica de Eindhoven (Países Bajos), que han demostrado que abrir un poco la puerta o la ventana reduce la concentración de CO2 en la habitación y esto repercute en un mejor descanso: «el sueño es más profundo, se descansa más y se dan menos episodios de vigilia«, según han comprobado. Además mejora la concentración y reduce los dolores de cabeza y el cansancio.
