Para los pacientes de esta patología, que es una de las más frecuentes en atención primaria y la principal causa de atención psicológica, la música podría ser una gran ayuda, tal y como dictaminan algunos estudios científicos. Además, hay algunos artistas como Iván Ferreiro o Dani Martín que han dado su punto de vista sobre este tema en algunas de sus letras.
Con ‘No te preocupes por mí’, Leiva quiso dejar reflejadas las emociones y sensaciones que una persona experimenta cuando aparece la enfermedad, con una letra que no deja indiferente a ninguna de las personas que la escuchan. Formó parte de uno de sus álbumes más exitosos, ‘Nuclear’, que se publicó en 2019, ha sido acreditado como disco de platino.
«Sabes que soy un experto, además últimamente siempre estoy en mi peor momento. No te preocupes por mí, por un momento crucé al otro lado y luché con esas bestias gigantes. Solo te quise decir que no dejé de creer, pero era grande la sensación de vértigo constante. Tengo un plan, salir corriendo hasta que todo se arregle, me alejaba como el ruido de una ambulancia entre la gente».
Iván Ferreiro ha sido uno de los artistas que ha reconocido públicamente haber padecido depresión en un momento determinado de su vida. En este proceso, la composición ha sido fundamental para él, quien afirma: «Ponerle nombre a las cosas es muy importante». Es por ello que algunas de sus canciones plasman este sentimiento, como es el caso de ‘Tristeza’, publicada hace casi veinte años.
«En una habitación con vista con una desconocida que conocí en mi búsqueda de la felicidad. Me vi interrumpida por la metafísica, escribo sobre ti desde hace mucho, incluso antes de conocerte, y si no te veo aquí, te veré en mis sueños. Tengo mi tristeza siempre ahí, escondida poniéndose guapa y cuento con ella para que me sepa guiar más allá de ti, más allá de mí».
Una de las graves consecuencias de la depresión es el suicidio, un problema frecuente cada día en nuestro país. Es por ello que Rozalén, acompañada de algunos especialistas encargados de la salud mental, compuso una letra que se publicó bajo el título ‘Agarrarte a la vida’. En ella cuenta como viven el proceso desde fuera, las personas más queridas del paciente.
«Ven junto a este árbol, cerremos los ojos al sol, quiero que sientas cerca mis manos. Háblame de tu dolor, aunque no entienda, me quedo a tu lado y apago la voz. A veces, la simple presencia es la mayor comprensión pero sé bien de esa escalera con la que sueñas, que te lleva hacia una luz».
«Yo necesito ganas, no querer ganar y si algún día perdiese mi miedo a perder me duele haber corrido para no llegar. Ahora sé que el camino es la meta, también, ya me crecieron miedos que nunca eduqué y me sé las respuestas, por no preguntar. Ya sentí como nadie, cuando tuve el bien y lloré como todos, cuando algo se va. Nadie te enseña a ser fuerte, pero te obligan, nunca nadie quiso un débil para confiar, nadie te enseña los pasos en un mundo que te obliga cada día a poder levantarte y caminar».
Si hace unas semanas hablábamos sobre la fan de Amaral que se sinceraba sobre su proceso de recuperación tras sufrir depresión, en el que el grupo fue un factor clave, hoy analizamos por qué la música se convierte en una ayuda fundamental para las personas que se ven afectadas por esta enfermedad.
La terapia musical o musicoterapia es un tratamiento cada vez más popularizado que consiste en utilizar diferentes canciones para conseguir estímulos que mejoren el estado de ánimo, físico y mental, de las personas.
Esto se debe a que los componentes de los temas, como el tono o la melodía, afectan a diversas zonas del cerebro, que conforman un curioso mapa musical: El ritmo se procesa en el cerebelo, el tono se desarrolla en el lóbulo temporal derecho y los lóbulos frontales son los que desgranan las emociones.
El lado positivo de este tipo de terapia es que carece de comunicación verbal, por lo que llega a ser muy positivo para los pacientes que pueden experimentar algún tipo de problema comunicativo por diferentes factores como pueden ser las lesiones cerebrales.
La revista Cell Reports publicó hace unas semanas un estudio con una muestra de 23 pacientes que no reaccionaban positivamente a los diversos tratamientos médicos que se les había suministrado para erradicar la depresión, y han podido comprobar como, al someterles a una escucha musical, las oscilaciones neuronales del córtex auditivo y las encargadas de la recompensa.
Uno de los autores que firma el estudio apostilla: «La música induce un triple bloqueo temporal de las oscilaciones neuronales a través de la sincronización auditiva (…) Con esto hemos intentado descubrir los mecanismos a través de los cuales la música influye en estas áreas cerebrales, proporcionando una base científica para la musicoterapia personalizada de la depresión».
Todo ello, sumado a muchos otros estudios que evalúan a los pacientes, puede concluir en que la escucha de canciones sí que llega a influir en diversas conexiones del cerebro, y aunque no se considera la cura de la depresión, sí que ayuda de manera siginificativa a las personas que la padecen.
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