Seamos sinceros, cuando llega el verano el sol se convierte en nuestro mejor aliado y en nuestro peor enemigo. Necesitamos de sus rayos para no tener déficit de vitamina D, pero también puede convertirse en una gran amenaza para la piel, sobre todo cuando nuestra exposición es prolongada y no estamos usando crema solar como deberíamos. Los dermatólogos hacen hincapié en usar protección solar todos los días del año, pero especialmente en aquellos donde su radiación es más alta.
De ahí que cuando llega el verano, la crema solar se convierte en un producto imprescindible allá donde vamos. No obstante, elegir cuál es la correcta también es importante. Esto depende de nuestra edad, del sexo y del tipo de piel que tenemos. Habitualmente tendemos a fijarnos en el SPF, es decir, en el número de protección que conlleva. A pesar de que muchos pensamos que esto se refiere a la potencia con la que nos protegerá, lo cierto es que «indica cuánto tiempo» nos estará sirviendo tal y como explica Pilar Gutiérrez a Mujer.es.
¿Qué hay que tener en cuenta para elegir una crema para el sol?
Es cierto que es importante fijarse en el SPF y optar por el adecuado para nuestra piel, pero también hay que fijarse para qué tipo de piel está indicado: sensibles, grasas o secas. Asimismo, esto es importante ya que según el tipo para el que esté diseñado estará compuesta de unos ingredientes u otros.
Por otro lado, otro aspecto importante a tener en cuenta es la forma en la que se tendrá que aplicar la crema para el sol. Algunos productos están diseñados para el rostro y muchos se refieren a él como stick solar, mientras que otros son específicamente para el cuerpo: crema, aceita o spray.
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Otro aspecto que tenemos que valorar es su resistencia al agua o al sudor. En verano tendemos a usar la crema o bien para ir a la piscina o playa o para salir a la calle y en ambas situaciones el objetivo es que nos dure cuanto más tiempo mejor. Además, también es importante que su aplicación nos resulte cómoda y que no nos deje la piel grasa, blanca o pesada. Esto es un punto importante, puesto que de no ser así tenderemos a no aplicarla para evitar la incomodidad.