En una reciente entrevista para la revista ¡Hola!, Mar Flores se sincera sobre sus emociones y pensamientos en este nuevo capítulo de su vida. Después de un periodo de silencio, Mar se expresa con claridad: «Yo soy feliz si mis hijos son felices». Subraya con firmeza que Carlo, a sus 32 años, es «un hombre adulto» y que respeta su autonomía. «No soy quién para cuestionar su vida», afirma, siguiendo una línea similar a la postura de Terelu Campos sobre su hija. «Le apoyaré siempre como madre», sentencia Mar.
En cuanto a su relación con Alejandra Rubio, Mar es parca en detalles pero directa. «Sí, la conozco», dice, recordando un encuentro casual en Madrid que fue amigable y cordial. Pero lo que más resalta es la tranquilidad que observa en su hijo Carlo. «Yo veo a mi hijo Carlo más sereno. Si mis hijos están bien, yo estoy bien. Lo único importante es eso. Que se casen o no se casen, o con quién estén, da igual», concluye Mar.
Reflexionando sobre los desafíos de la exposición pública durante la infancia de Carlo, Mar recuerda con pesar: «En su momento, yo no podía proteger a mi hijo mayor. No podía decir ‘no le saquen la cara’, no podía decir ‘no nos persigan’. Era una exposición dolorosa y, por supuesto, nos ha pasado factura». Sin embargo, ha encontrado una forma de mantener a sus otros hijos lejos del ojo público. «Hemos decidido, su padre y yo, y ellos también, que no quieren ser famosos. Por eso, cuando me preguntan también por mi hijo Carlo, prefiero no contestar. Es adulto y prefiero que él lo haga por sí mismo. Yo intento proteger, desde mi lugar de madre, a mis hijos, a todos por igual», explica Mar, reafirmando su papel protector y de apoyo.
A sus 55 años, Mar Flores está en una etapa de reflexión y equilibrio personal. La noticia de que pronto será abuela ha puesto en perspectiva su propio viaje vital y sus logros. «Estoy en un momento en el que me siento muy equilibrada, y muy afortunada de todo lo que he creado» confiesa Mar en la entrevista. «También muy satisfecha y orgullosa de ver crecer a mis hijos con ilusión y con trabajo. Ellos también trabajan por salir adelante y luchan y, bueno, todos quieren enfocar su vida de la manera más sana y feliz, y eso está muy bien».
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