Cerca de 65.000 personas vibraron durante casi tres horas con las canciones del artista, que aprovechaba este encuentro con su público no solo para cantar sus últimos grandes éxitos, sino también otros de los muchos temas que han marcado su trayectoria de más de 20 años en la música.
Si hay algo que conquista de Manuel Carrasco, además de su talento para componer y cantar tan bonito, es su naturalidad, algo que está presente en cada espacio de su vida. No obstante, para alguien que viene de unos orígenes humildes, subirse al escenario ante miles y miles de personas no es nada natural, ni siquiera cuando llevas años haciéndolo.
De esto hablaba el cantante en una reciente entrevista para GQ. Cuando lo vemos sobre el escenario, Manuel Carrasco parece seguro de sí mismo, disfrutón incluso, y feliz, sobre todo feliz. Y es que si hay algo que te ayuda a mantener los pies en la tierra es tener muy presente esos sueños e ilusiones que te llevaron hasta donde estás hoy.
«Que no se te vaya la pinza es fundamental. Me voy al lado contrario del éxito de manera natural. Bajo del escenario y no vivo una vida de estrella», manifiesta el artista, que incluso reconoce experimentar algunos síntomas de miedo escénico. «Hasta antes de subir, me dan ganas de vomitar de los nervios que tengo, el escenario es el sitio en el que menos natural me veo, necesito hacer una transformación: eso que sucede ahí arriba, esa persona que veis, solo existe aquí entre músicos y focos. Mi vida no es así”, añade este.
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