«Esta noche tan especial en la que todos tenemos el corazón puesto aquí, quería decir algo pero lo voy a decir de la mejor manera que sé, que es cantando, va por Valencia», comenzaba diciendo el onubense antes de arrancar a tocar la guitarra española para interpretar una composición tan sincera como necesaria.
Al comienzo de la letra, Manuel Carrasco ha querido hacer referencia al poder que han tenido las manos en las últimas semanas, de varios modos diferentes: «La vida y el corazón en un puño, le puede pasar a cualquiera, cuando menos te lo esperas va y te cambia en un segundo. Existe un puente solidario, sus pilares son personas que cunado más lo necesitas te lleva hasta la otra orilla y el corazón te lo roba. Las manos manchadas de barro, las manos que se quedaron sin nada, las manos de los que sin conocerte se ponen contigo al frente, las manos de la esperanza, las manos con suelo y refugio, la rabia en las manos que barren, las manos gritando justicia, las manos que siguen limpias y están manchadas de sangre«.
Además, también ha incluido una de las frases que más se ha repetido en las últimas semanas: «Y otra vez hay que decirlo, el pueblo salvando al pueblo, otra vez lo ha demostrado, la gente se ha remangado y los de siempre sin hacerlo. Con unas botas de agua y la impotencia hasta el cuello, los voluntarios han sido los que han llegado primero, que nos quedamos a veces con el ruido de cuatro que salen en internet malmetiendo sin descanso, pueden decir lo que quieran, pero a mi me ha emocionado que si venían, ante tanta pesadilla, la juventud dando el pago«.
Por último, ha querido señalar a los políticos de nuestro país, pidiendo que actúen en consecuencia a los hechos: «Que aquí no importan las siglas ante tanto desamparo, cuanta solidaridad y ejemplo de humanidad este país ha demostrado. Y esto que te canto es para los que tienen voz, que han perdido a su familia, el recuerdo, el corazón, porque ellos son los primeros, no olvidemos compañeros que allí sigue su dolor. Yo no digo que las cosas sean perfectas ni que se haya tenido mala intención, pero viendo esta desgracia no se arregla que muestren su paso al frente y presenten su dimisión. Valencia, Valencia, Valencia, tus manos no van a hundirse porque el pueblo no las suelta«.
MÁS SOBRE: