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Los conciertos sorpresa de Leiva en este escondite de Galicia

El local de Pontevedra que guarda las actuaciones más legendarias

En las Rías Baixas, cada verano hay un hay un punto de encuentro entre los amantes de la música. No todo el mundo lo sabe. No cuentan con grandes promociones ni anuncios en webs ni redes sociales. La única forma que tienes para ver a artistas como Leiva o Dani Martín en directo es que coincidas. No hay truco en este sitio. El Náutico de San Vicente do Mar es el lugar que eligen los más grandes para compartir su música, incluso aquella que nunca verá la luz.

Se hace esperar, pero cada año llega el momento. Sin grandes pretensiones, este local gallego acoge alguna que otra noche la actuación más humilde de los artistas más asentados del panorama. Disfrutar de la típica noche agradable de verano es el único objetivo. Sin focos ni grandes escenarios, lo único que puede robar el protagonismo es el mar.

Los cantantes Andrés Suárez o Coque Malla son dos de sus habituales. En una profesión en la que el ego y las grandes producciones te hacen perder el norte, parece que este lugar es el templo en el que los cantautores recuerdam porque empezaron.

Leiva: «Después de veinticuatro años, venir al Náutico es como venir a casa»

Un eterno «Forever you and me» es lo de Leiva con este local. Tanto es así que es el causante de que sus amigos de la industria también hagan una parada en julio o agosto por el clima fresco de El Grove. Desde Sidecars, Dani Martín, Taburete hasta Iván Ferreiro se han hecho con el micrófono de este lugar de Pontevedra. Cuna del talento, ha visto nacer a nuevos artistas como es el caso de Andrés Ferreiro, hijo del mítico cantautor. Y es que esta tarima es la causa de alguna colaboración.

La magia de este lugar es la combinación de prestigio y naturalidad. Dándole la oportunidad a aquel que se atreve con una guitarra se ha convertido en el espacio en el que los músicos más perseguidos son ellos mismos. Es difícil averiguar si serás el afortunado de presenciar estas actuaciones, pero los que han probado suerte alguna vez, han repetido.