Un 75% hábitos y un 25% genética, en este porcentaje influyen ambas cosas en la longevidad, según asegura el Dr. Manuel de la Peña, cardiólogo, experto en longevidad y autor del libro ‘Guía para vivir sanos 120 años (Vergara)’, dónde explica que no hay atajos, pero sí muchos hábitos a nuestro alcance para vivir más años y vivirlos bien, algo que hay que trabajarse, afirma. De la Peña explica que «heredamos 20.000 genes y en ellos hay algunos que están asociados a la longevidad y otros asociados a la predisposición a sufrir determinadas patologías», pero que «si no cuidas tus costumbres, es difícil que por muy buenos genes que tengas no sufras enfermedades».
En su libro detalla las enseñanzas que se pueden extraer de como viven las personas en las zonas azules, que son aquellas donde sus habitantes viven más de la media: Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón), Icaria (Grecia), Loma Linda (California) y Nicoya (Costa Rica).
Señala que en el año 2045 viviremos al menos 120 años. Y respecto a que España figure en los primeros puestos globales en lo que a longevidad se refiere, ya que está en el podio de las personas más longevas después de Japón y Corea del Sur, explica, que tiene mucho que ver el tener: «la mejor Seguridad Social del mundo… con una cobertura universal de todos los procedimientos terapéuticos innovadores», además de tener acceso a ‘tratamientos innovadores, medicamentos que curan muchas patologías‘, explica.
El experto, en una conversación con Huffington Post ha dado muchos otros detalles sobre la longevidad, por ejemplo la importancia que tiene en ella el hecho de integrar costumbres sanas en nuestro día a día. Y personaliza en él diciendo que ahora va caminando a trabajar, antes lo hacía en coche, además de hablar de la importancia de llevar una dieta sana y de hacer al menos 20 minutos de ejercicio al día, bailando incluso: «Te apuntas y ahí sí que haces ejercicio físico y encima, con música»
Sobre esto explica que: «las ondas sonoras a nivel cerebral estimulan las áreas que provocan una descarga de las hormonas de la felicidad (dopamina, oxitocina, endorfinas, serotonina). Y esas hormonas de la felicidad, que son neurotransmisores, sólo se produce esa secreción haciendo ejercicio, escuchando música, o con la risa, las caricias, los besos, los abrazos… Si tú te quedas en un sofá, sin moverte en casa todo el día, no se generan esas hormonas de la felicidad«.
El médico dedica sus sábados a visitar personalmente a supercentenarios españoles, de los que dice haber aprendido la importancia de saber gestionar la calma y la serenidad: «para superar las adversidades es importante tomar decisiones desde la calma y si ya adoptas la postura zen de la espiritualidad… «, además de señalar que todos ellos «viven invadidos por la fe«.
Señala además la importancia de sustituir en la dieta «la sal, que es muy dañina, por el aceite de oliva, que tiene un efecto beneficioso para la salud, la memoria y, en general, para todo», matiza.
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