La nueva edición de Supervivientes ya es un hecho. El reality más extremo de Telecinco se estrenaba el pasado jueves por todo lo alto con una edición que se prevé que esté llena de cambios y nuevas dinámicas. El arranque ya apuntaba a que iba a dar de qué hablar y el primero que lo hizo fue Jorge Javier Vázquez. El presentador aparecía en el plató después de una sonada ausencia y la ovación del público le hacía romper a llorar.
Los 17 concursantes ya han saltado del helicóptero y han recibido el famoso bautismo de barro. Pero la gran sorpresa la daba Sandra Barneda en su primera noche al mando del programa: todavía no estaban todos los participantes que este año se embarcarían en la aventura hondureña.
No obstante, si la vida en Honduras acaparaba varios titulares, Supervivientes: Conexión Honduras también lo hacía desde el plató. Para el estreno de la última hora, Telecinco optaba por exsupervivientes como Anabel Pantoja, Jonan Wiergo, Marta Peñate o Jorge Pérez para que contaran cómo había sido su experiencia.
El hambre, los mosquitos, el tiempo… en definitiva, las condiciones a las que se tienen que enfrentar los concursantes no son nada fáciles y en los pocos días que llevan conviviendo en la isla ya lo han vivido. Han tenido que lidiar con varios seres vivos que habitan en la playa y que les han dificultado las noches.
Justo eso ha llevado a los exparticipantes a mojarse y a desvelar qué fue lo que en su edición peor llevaron. Por parte de Jonan Wiergo ha asegurado que «fueron los cangrejos». El creador de contenido ha apuntado a que le causó tal trauma que cada vez que escuchaba a uno se alertaba.
Jorge Pérez ha desvelado que, por u parte, fueron las picaduras de mosquito lo que llevó muy mal, aunque eso se juntó con las dificultades en la convivencia: «Se junta todo lo mal que tú tienes con todas las discusiones en las que te ves involucrado».
En cuanto a Anabel Pantoja, la sevillana ha asegurado que ella lo peor que llevó fue la higiene y la manera en la que los días te pasan factura: «Más que el hambre fue eso. El reloj biológico se te olvida, estuve como casi veinte días sin ir al baño, iba y hablaba, decía: ‘¿quieres salir ya?’ y no salía. Al no comer se te hace bola, no echas nada», decía, bromeando con esto: «Cuando lo haces hasta los pájaros salen volando».
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