Se le llama así: «debido al matiz rojizo de las partículas que transporta, que no son otra cosa que polvo suspendido en el aire. Este polvo, al mezclarse con la lluvia, otorga al agua ese característico color, resultando en una «lluvia embarrada», explican desde eltiempo.es.
Algo que puede afectar y mucho a las personas con problemas pulmonares. Y es que en España según datos del INE, un siete por ciento de población sufre asma y un diez por ciento mayor de cuarenta años padece EPOC. De ahí que los profesionales de la salud recomiendan extremar las precauciones en las calles, ventanas y terrazas ya que al tratarse de partículas tan diminutas, sea muy fácil inhalarlas y esto a su vez empeorar el estado de salud de las personas con este tipo de problemas.
Lo explican desde la Asociación de Pacientes con EPOC: «estos polvos entran a través de las fosas nasales resecándolas, provocando así la consecuente irritación. Al igual que pasa en la mucosas de garganta y ojos, pudiéndose desarrollar afecciones faríngeas y oculares», desde donde añaden que estas respuestas inflamatorias pueden evolucionar a problemas cardíacos mediante episodios de arritmias.
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