Leire Martínez ha sido el centro de todas las miradas desde que el grupo al que ha puesto voz durante más de 17 años, La Oreja de Van Gogh, comunicase a través de su cuenta oficial de Instagram que sus caminos se bifurcaban. Desde entonces, la hemos podido escuchar en algunas declaraciones que ha ofrecido a los medios que ha considerado pertinentes, pero ahora se sincera más que nunca en un programa especial que se emite en la plataforma online de Mediaset España, Mitele, y en su primer capítulo se ha abierto en canal para hablar sobre su infancia como nunca antes lo había hecho.
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Acompañada de la psicóloga Andrea Vicente, la que ya es exvocalista de La Oreja de Van Gogh tras interpretar algunos de los himnos de nuestra música como ‘La niña que llora en tus fiestas’, ‘Cometas por el cielo’, ‘Verano’ o ‘Abrázame’, se ha confesado sobre todo lo que vivió durante sus primeros años de vida con el fin de comenzar a curar todas las heridas abiertas que desde entonces le quedan en el alma.
Uno de los temas que ha querido abordar ha sido el divorcio de sus padres, que le tocó de cerca debido a que en muchas ocasiones le tocó adoptar obligaciones y responsabilidades que no son habituales en personas de edades tan reducidas, ya que en muchas ocasiones se ha «cuidado sola», tal y como ella misma ha querido confesar.
Además se ha sincerado acerca de la necesidad que tiene de empezar a saber donde poner los límites, ya que en muchas ocasiones ha soportado estar en situaciones donde no se le ha tratado como merecía, y en vinculación a este preciso tema se han parado a analizar la relación de la cantante con su madre y su padre, quien le hizo llegar al punto de abandonar el domicilio familiar en el que vivían.
Además, ha confesado que intentó buscar ayuda profesional, lo que ocasionó su contacto con una familia muy especial: «De primeras no fui a un psicólogo, pero sí fui a servicios sociales, para ver si me podían ayudar de alguna manera, y la asistenta me dijo: ‘Es que como no tienes signos evidentes de sufrimiento o de pasarlo mal…’ y yo decía, ‘¿Y a mí quién me ayuda?’ Pero me llamó un día y me dijo ‘Hay una familia de barrio que han tenido trillizos y necesitan ayuda en casa». No puede evitar el llanto al recordar a la familia y a los tres niños que le cambiaron la vida: «Me hacían sentir la persona más importante, y eso fue el comienzo de mi curación».
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Para finalizar, ha tenido que hablar a la Leire que vivió todos episodios, y entre lágrimas sentencia: «Yo soy tú 45 años después y estoy tan agradecida de donde hemos llegado, afortunadamente Leire estos últimos años ya sabes todo lo que te quiero y todo lo que te agradezco lo que has hecho por nosotras, me encanta que sigas y que estés siempre conmigo porque para mi eres un referente y siempre vuelvo a ti cuando necesito encontrarme».
Además, en el avance del próximo capítulo podemos comprobar que Leire abrirá el cajón en el que se esconde todo lo ocurrido con La Oreja de Van Gogh con frases como «Amaia no tiene nada que ver en lo que haya ocurrido de puertas para dentro en este grupo, que la dejen tranquila» o «Si hablo se van a generar muchas cosas feas».
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