Es importante tener un colchón para cubrir gastos en caso de emergencia. De hecho, tal y como aseguran desde la propia OCU, para determinar cuánto dinero tenemos que tener en nuestra cuenta corriente, es tan simple como multiplicar nuestro salario por tres. De esta forma, si nuestros ingresos son de aproximadamente 1.000 euros al mes, deberíamos tener un colchón de 3.000 euros.
Tal y como apuntan desde la propia Organización, hay varios motivos por los que no es recomendable tener todos nuestros ahorros en el banco. El principal de ellos hace referencia a el Fondo de Garantía de Depósitos de una entidad que solo protege hasta un límite de 100.00 euros por titular y entidad. Así pues, si tienes 150.000 euros en el banco y este quiebra, solo estarías protegido de los primeros 100.000 euros. El resto se daría por perdido.
Por lo tanto, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda distribuir los ahorros por diferentes cuentas corrientes. De manera que, si tu capital es de 200.000 euros, podrías tener 100.000 euros en un banco y el resto en otro. Por ende, si alguno quiebra, tendrás todos tus ahorros protegidos.
Por otro lado, es importante tener en cuenta el posible efecto que la inflación puede tener en nosotros. Así pues, si guardamos nuestro dinero en una cuenta corriente sin ningún tipo de interés, aunque la cantidad de dinero pueda parecer la misma, su valor real o su poder adquisitivo disminuye con el tiempo debido a la inflación.