En sus explicaciones, @infarmarte señala un aspecto fundamental: «Por lo general las cervezas tienen entre 4,4 a 5,5% de alcohol». Esta cifra representa el contenido de alcohol en las cervezas convencionales, pero el panorama cambia cuando se trata de las versiones sin alcohol. La farmacéutica aclara que, a pesar de su etiqueta, «las sin alcohol sí llevan alcohol», ya que se consideran como tal aquellas cervezas que contienen menos de un 1% de alcohol. Así, una cerveza con una graduación del 0,9% sigue siendo clasificada como sin alcohol.
Este tema no es nuevo. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ya abordó este asunto el año pasado. En su informe, la OCU explicó que la normativa vigente de etiquetado solo obliga a las empresas a indicar el porcentaje de alcohol en sus productos si este es igual o superior al 1,2%. Por tanto, las cervezas que contienen menos de este nivel pueden ser etiquetadas como «sin alcohol» sin precisar su contenido exacto.
Este contexto subraya la importancia de leer con atención las etiquetas y comprender las regulaciones que rigen la presentación de estos productos. La información proporcionada por especialistas y organismos como la OCU puede ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre su ingesta de bebidas.
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