La eliminación de Maite llega tan solo una semana después de la salida de Elsa, lo que provocó que muchos de los concursantes decidieran cambiar sus estrategias para evitar correr la misma suerte. Sin embargo, Maite decidió seguir firme en su comportamiento y mantuvo una actitud desafiante, centrada en un constante y, según muchos, injustificado acoso hacia su compañero Óscar. Esta conducta, finalmente, fue la que la llevó a ser expulsada del concurso, algo que muchos ya consideraban inevitable.
Tras abandonar la casa, Maite llegó al plató, donde le esperaba Jorge Javier Vázquez, quien no dudó en hacerle un fuerte reproche público. El presentador fue contundente al manifestar su decepción, dirigiéndose a la concursante con duras palabras: «Maite, esas lágrimas que has derramado al abrazar a tu amigo son de los pocos gestos de humanidad que he visto en ti. Creo que para la audiencia de ‘Gran Hermano’, y para mí personalmente, has sido una gran decepción», comenzó diciendo Vázquez, visiblemente molesto.
A pesar de las palabras de Vázquez, Maite intentó defenderse afirmando que se considera una persona «honrada, humilde, pura y sincera», una descripción que contrasta con la opinión general que tanto sus compañeros como el público del programa parecen tener de ella. La audiencia, al igual que los demás participantes, parece haber dejado claro que no comparte la visión que Maite tiene de sí misma.
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