Desde lo ocurrido el pasado 31 de diciembre de 20222 en la discoteca Sutton de Barcelona, el foco mediático la rodea. Joana Sanz, la exmujer de Dani Alves, no ha dejado de ser noticia desde que el futbolista cometió la agresión sexual. Las redes sociales de la modelo buscan un mensaje en cualquier movimiento de la canaria. Numerosos han sido las reflexiones y poemas que ha compartido Sanz en sus redes en otras ocasiones. Pese a que todos habían sido aplaudidos y los mensajes de ánimo nunca tardaban en llegar, este ha traspasado los límites.
La sentencia fue clara, cuatro años y seis meses de prisión para el brasileño. Hace un mes de la celebración del juicio, pero la mujer de Dani Alves aún no se había pronunciado. «Ahora mismo me encantaría que me jalaran del pelo y me empotraran contra la pared. Renovaría energías» han sido los que muchos las han considerado sus primeras declaraciones.
@joanasanz
Si algo no esperaban sus seguidores, que desde lo ocurrido la han defendido, eran esta especie de mofa.
¿Tiene culpa Joana Sanz de que su marido violara a alguien? No.
¿Tiene culpa de ser una cerda asquerosa que se burla de las palabras de una persona VIOLADA por, además, el marido de ella? Sin lugar a dudas. pic.twitter.com/GkU6qe9Sjw
El enfado de Joana Sanz: «Me parece alucinante que cada cosa que diga o haga tenga que justificarlo»
La modelo canaria se ha pronunciado este domingo: «no doy crédito con estas cosas». Ha aprovechado la visibilidad de su perfil de Instagram para defenderse vía historias. «Los hilos que publico en la nueva aplicación que sacó Instagram, son cosas espontaneas que me salen de sentimientos. Dejen de relacionarlo todo el tiempo con el tema judicial o con Dani» comenzaba diciendo en el vídeo.
Lo que en otra ocasión podría ser una reacción espontánea, los propios seguidores de la modelo la han considerada inapropiada. «Son cosas mías de mi vida, tengo vida también en paralelo a eso. Por supuesto que me encantan que me jalen del pelo y me empotren, pues sí gente. No nos hagamos las puritanas.» continua diciendo Sanz. Sin embargo, la indignación no las trae sus preferencias, sino que esos hechos los recoge la declaración de la víctima y la sentencia judicial.
Pese a que el descontento se notaba en su tono ha querido aclara lo siguiente: «cada uno en su intimidad, dentro de un respeto mutuo, que haga lo que le gusta. Lo que más me molesta es que lo están asociando a un proceso judicial que no tiene nada que ver. Mucho menos ensuciar mis palabras de esta manera». No se sabe si la modelo volverá a hablar sobre el tema, pero si algo está claro es que el tema le ha salpicado hasta el fondo.
