Jesús Vázquez ha causado gran sorpresa entre sus seguidores de Instagram recientemente al publicar un par de fotografías en las que se le puede ver con un ojo completamente morado. Unas imágenes que podían haber hecho saltar las alarmas entre sus seguidores, si no fuera porque él mismo le ha quitado hierro al asunto de inmediato.
«Accidente veraniego sin muchas consecuencias«, tranquilizaba el presentador en el pie de la publicación. Y no solo eso, pues con su particular tono de humor, añadía: «Ya pertenezco al club de los ojos morados (échadle un vistazo en internet)«.
Un comentario que inevitablemente ha generado curiosidad, llevando a muchos a investigar sobre dicho “club de los ojos morados”. Tan solo hace falta googlearlo para descubrir que se trata de una teoría conspirativa que muchos usuarios en redes sociales no han dudado en abordar.
Se trata de una teoría que relaciona el ojo morado con una supuesta tendencia entre celebridades. Entre los mencionados se encuentran figuras como el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, o el Papa Francisco, que en los últimos años también habrían aparecido con uno de sus ojos morado. Esto ha llevado a muchos a pensar que se trata de algo más que una simple coincidencia.
La teoría de ‘el club de los ojos morados’
La teoría que circula en Internet sugiere que estos hematomas serían el resultado del uso de adrenocromo, una sustancia que, según se dice, tiene propiedades rejuvenecedoras y es extraída de la adrenalina de niños. Aunque esta idea ha cobrado fuerza en ciertos círculos, lo cierto es que el adrenocromo se utiliza en la medicina como un vasoconstrictor y no tiene ninguna relación con las supuestas teorías que proliferan en la red.
Es importante destacar que estas afirmaciones carecen de fundamento científico y forman parte de una serie de teorías conspirativas que suelen ser alimentadas por el ambiente digital. No obstante, es algo tan extendido en redes sociales que incluso Jesús Vázquez ha oído hablar de ello y no duda en bromear al respecto con sus seguidores.
