Isabel Preysler foto de Getty

Isabel Preysler, una madre severa: las estrictas normas que tenían que cumplir sus hijos

La 'ley' del hogar no aplicaba a todos por igual

Noelia Bertol

Isabel Preysler es una de las celebrities más destacadas del mundo del corazón. Los diferentes matrimonios que encadenó a lo largo de su vida, y los cinco hijos que nacieron de estos convirtieron a la socialité en la Reina de Corazones, como la pasó a llamar la prensa.

Su vida personal ha sido siempre de gran interés para el público, como lo es ahora la de muchos de sus hijos. Enrique Iglesias, Tamara Falcó, Chábeli Iglesias, Ana Boyer y Julio Iglesias Jr. no solo han captado la atención de los medios del corazón en numerosas ocasiones, sino que además pueden estar replicando en sus hogares el tipo de educación que les dio su madre a ellos.

Tamara Falcó en 'El Hormiguero'
Tamara Falcó | Imagen de Antena 3

Y es que los cinco se criaron en un hogar lleno de estrictas normas que debían ser cumplidas. En su papel como colaboradores de El Hormiguero, Tamara Falcó ha confesado muchas de esas reglas que había en casa de su madre. «Si entra alguien mayor en el cuarto te tienes que levantar y saludar como señal de respeto. Y las manos sobre la mesa y no gritar. Si te pones demasiado en el plato, no es elegante a no ser que seas mi cuñado que estás exento porque quemas muchas calorías«, expresaba esta sobre el tenista Fernando Verdasco, marido de Ana Boyer.

Unas normas que, eso sí, no eran igual para todos, y es que Isabel Preysler hacía distinciones entre chicos y chicas. «Nosotros traíamos novios a casa y tenían que dormir en camas separadas. Pero cuando ellos traían novias, les dejaba dormir en la misma cama y cuando le preguntábamos a mamá nos decía: ‘Yo no soy la madre de ellas’«, contaba la marquesa de Griñón.

Isabel Preysler olvida las reglas con sus nietos

Hay otros seres con los que Isabel Preysler no se pone tan disciplinada, y esos son sus nietos. En este caso la socialité cumple esa idea de que las madres que fueron severas con sus hijos son mucho más flexibles cuando se trata de sus nietos.

Tanto es así que hasta a ella misma se le olvidan las normas. «El otro día, que no la habíamos visto ni Ana ni yo en todo el día, llega, abre la puerta, pregunta por mis sobrinos, ve que no están en el cuarto y acto seguido sale sin saludarnos. No sé lo que les pasa a sus abuelas con sus nietos. Se les olvidan las reglas«, contaba la propia Tamara Falcó en una ocasión.