Y precisamente de ellos o más bien de las clausulas que la intérprete les hace cumplir, ha hablado Kike Calleja en el programa ¡Fiesta!: «Ella lleva mucha gente trabajando, entre la orquesta, el staff, los maquilladores, los peluqueros… bueno, toda la gente que trabaja en un concierto«, comenzaba explicando.
Y añadía que todos ellos sin excepción están obligados a firmar un contrato de confidencialidad con cuatro claves principales que deben acatar.
El colaborador resumía estos cuatro puntos en uno: » que no pueden pasar ningún tipo de información de todo lo que vean allí, ni de Isabel Pantoja, ni de la gente que acompaña a Isabel Pantoja, ni lo que se comente«, explicaba y añadía que no pueden hacer fotos, ni grabar vídeos, ni mucho menos distribuirlas a través de ningún medio, incluido las redes sociales.
Unas condiciones que curiosamente no se propusieron desde el inicio de la gira, sino en las últimas semanas: «Algunos se han negado a firmarlo y, si no lo hacen para el próximo concierto, dejarán de trabajar para la tonadillera», explicaba y añadía que incluso algunos trabajadores están consultando con abogados para ‘ver qué tienen que hacer‘.
En el caso de no respetar ese acuerdo de confidencialidad los empleados se enfrentarán a una multa de 20.000 euros, una cifra que «ha descuadrado a los trabajadores del equipo técnico de la tonadillera«, explican desde Semana.
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