Esto es algo que ocurre en todos los roles de la vida, nuestros padres no nos pueden tratar eternamente como niños o nuestros jefes como becarios en nuestro trabajo cuando llevamos veinte años en él e incluso con los amigos, no podemos pretender hacer las mismas ‘locuras’ con ellos que cuando teníamos veinte años. «Todos estos casos son reflejo del síndrome de la imagen congelada. Y y no siempre es fácil lograr que esa imagen salga del congelador«, explican desde Welife
Aplicado al plano de la pareja sería: «Sentir que tu pareja se aferra al recuerdo que tiene de la persona que eras cuando os conocisteis», algo que » puede frenar tu crecimiento personal», explican.
La expresión ‘imagen congelada’ se refiere al hecho de «aferrarse a un perfil estático, fijo, de una situación o de otras personas, a pesar de que las circunstancias puedan estar cambiando o evolucionando», explica la psicóloga Mireia Martín en el mismo medio y añade que: «Se aplica tanto a la manera en que interpretamos nuestras propias experiencias como a la forma en que percibimos a los demás o ellos nos perciben a nosotros». «Es como si nuestra pareja dejara de evolucionar en nuestra percepción, mientras que en realidad, como todos los seres humanos, está en constante cambio y puede llegar a aprender de sus errores», explican desde El Español.
Desde Welife hablan de algunas otras características de las personas que tienen una ‘imagen congelada’ de su pareja: tienen una visión estática del otro y muestran resistencia a aceptar los cambios. Esto puede ocasionar tensiones, ya que puedes estar viendo a tu pareja como alguien que no tiene nada que ver con quién es en la actualidad, aunque antes fuera así.
Acabar con estas ‘imágenes congeladas’ , «requiere un esfuerzo consciente para actualizar y renovar la forma en que vemos a nuestra pareja«, explican dese El español y añaden: «Tenemos que ser conscientes de qué percepción tenemos de ella e intentar cambiarla«.
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