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Esta es la hora a la que no se recomienda tomar leche y fruta, según una nutricionista

Sonia Lucena dice que lo estamos haciendo en los peores momentos del día

Estela Alba Hoyos

Nunca es mal momento para introducir en nuestro día a día una pieza de fruta o un vaso de leche, sin embargo, como con cualquier comida, hay horas en las que nuestro cuerpo lo digiere y quema mejor. Si algo tenemos claro es que ambos alimentos son saludables, nos aportan nutrientes, vitaminas y en épocas donde las temperaturas acechan con fuerza nos resultan de lo más refrescantes. De ahí que durante el verano optemos por introducir más aún si cabe estas piezas.

A qué hora es mejor no tomar fruta o leche

Seguramente alguna vez con las prisas has optado por recurrir a una pieza de fruta como sustituto a un plato contundente de comida o a un vaso de leche para refrescarte. Algo positivo, siempre y cuando controlemos en buena parte la hora en la que lo hacemos. 

Sonia Lucena, experta en nutrición, ha compartido una entrevista para la revista Telva en la que ha hablado de las horas más favorables para consumir fruta o leche. Según ha explicado la nutricionista, a partir de las siete u ocho de la tarde es mejor no tomar estos alimentos que están llenos de carbohidratos.

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La fruta y la leche son ideales, sobre todo, cuando queremos cargarnos de energía. De ahí que en los momentos antes de hacer deporte o justo después de hacer realizado ejercicio sea idóneo. Este hecho, como apunta Sonia Lucena, hace que si lo tomamos  por las noches nuestro cuerpo pueda activarse y, por ende, nos cueste más descansar: «Y debe ser así para ir a descansar dado que nuestro cortisol (hormona del estrés) que se activa por la mañana, empieza a descender a partir de media tarde».

Por otro lado, cabe resaltar lo que dice la experta. Y es que lo importante no es si la leche y la fruta, productos más que saludables, son buenos, sino entender por qué hay momentos en los que es mejor no tomarlos. Como ambos alimentos son ricos en carbohidratos, por la tarde «nuestra actividad desciende» y por ende es mejor no activar nuestro «cortisol (hormona del estrés)».

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