La respiración bucal en niños es un problema mucho más frecuente de lo que pensamos. Un 20% de los niños respiran por la boca en lugar de por la nariz y es importante detectar si se trata de un problema puntual por un constipado, por ejemplo o si va más allá. Si tu hijo respira por la boca es importante detectarlo y corregirlo.
Desde la clínica Ferrus explican que señales como que mantenga los labios abiertos cuando está en reposo, que cuando juega o haga alguna actividad tenga la boca abierta, que ronque de noche, si tiene los dientes torcidos o mal aliento, pueden ser síntomas de que nuestro hijo respira por la boca.
Y señalan algunas de las consecuencias que puede tener este tipo de respiración en los niños:
Que un niño respire por la boca puede deberse a varias causas, explican desde la web del Consejo de dentistas de España, «como rinitis alérgica, sinusitis, desviación del tabique nasal, infecciones respiratorias, vegetaciones o amígdalas demasiado grandes, e hipotonía muscular«. Pero debemos estar atentos, ya que esto puede afectar a su rendimiento escolar y cognitivo si no se trata de forma temprana
El fisioterapeuta respiratorio infantil del Hospital Universitario Reina Sofía (HURS), Cesar Vacas explica en la revista Hola! que cuando un niño respira por la boca «se reduce la duración y la calidad del sueño, con consecuencias para el rendimiento escolar, deportivo e incluso cognitivo», ya que «puede influir negativamente en la oxigenación cerebral al comprometer la calidad y eficiencia de la respiración», insiste.
Además respetar las horas de sueño, tener una buena alimentación y minimizar el uso de pantallas, ya que su abuso fomenta el sedentarismo y posturas nocivas y esto repercute en la función respiratoria.
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