La infección de orina «es una inflamación del tracto urinario inferior, en este caso la vejiga, en respuesta a un microorganismo, que con mayor frecuencia se trata de una bacteria«, explican desde la web de la Clínica Quirón. Sus síntomas incluyen dolor o ardor al hacer pis, además de más ganas de orinar, dolor lumbar, dolor en el bajo vientre, sensación de vaciado incompleto de la vejiga y orina turbia o con mal olor.
«Haz pipí después de mantener relaciones sexuales«, este es el consejo de Irene Fernández Centellas, fisioterapeuta, especialista en salud de la mujer y fundadora de Femenine Flow, Academia de formación en Salud Pélvica y Hormonal femenina, para evitar contraer infecciones y es que la mujer es más propensa a sufrirlas tras mantener relaciones, explica.
Las razones son dos. La primera es que a diferencia de los hombres, la eyaculación en las mujeres no se produce solo por la uretra, sino también por la vagina, y en el caso de las mujeres, no hay un líquido que limpie y arrastre las bacterias fuera del cuerpo, matiza. A esto hay que añadir que la uretra femenina es más corta que la masculina y esto hace más fácil que las bacterias lleguen a la vejiga y a su vez causen infecciones.
Más gestos que pueden ayudarte a evitar la infección de orina
La buena noticia es que hay una solución y esta es de lo más sencilla: ¡simplemente ve al baño y haz pipí después del sexo!, explica y añade que este sencillo hábito nos ayudará a eliminar cualquier bacteria que haya entrado durante la actividad sexual y nos mantendrá más saludables en general.
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Además, desde la web de Quirón dan algún otro consejo en este sentido, que también pueden ayudarnos a prevenir futuras infecciones de orina: hidratarse bien y vaciar con frecuencia la vejiga. También recomiendan tomar sustancias naturales compuestas por «concentrado de arándano rojo americano (cantidad recomendada de 120-240mg/día), D-manosa (cantidad recomendada 2g/día) y probióticos (las cepas de Lactobacillus más efectivas son: L. rhamnosus, L. reuteri, L. casei shirota, y L. crispatus)», cómo forma de protección ante ellas.