Practicarlo es tan sencillo como poner la piel en contacto con la tierra, el suelo, la arena o el césped y es que según explican desde El Economista: « la tierra contiene una carga negativa de electrones, que al entrar en contacto directo con la tierra, el cuerpo absorbe neutralizando los radicales libres y reduciendo la inflamación«.
Y es que el cansancio y la pérdida de energía puede estar relacionados con la pérdida de electrones y con la falta de conexión con la tierra, explican desde el Centro Podológico Goitia: » Las causas pueden ser: la contaminación del aire, lo que comemos, los productos que utilizamos, y también cómo manejamos nuestras emociones y el estrés. En espacios interiores con muchos dispositivos electrónicos y sin buena ventilación, la cantidad de electrones en el ambiente suele ser muy baja o casi nula.», explican.
Además de tener un efecto beneficioso sobre el estrés, ya que normaliza la secreción del cortisol y estimula el sistema nervioso parasimpático, caminar descalzo tiene algunos otros beneficios como:
Lo ideal es hacerlo por arena, hierba o tierra, pero también sirve practicarlo sobre ladrillos y material cerámico, ya que todos ellos son buenos conductores, explican. Pero no conviene practicar esta técnica por el asfalto, la madera, el plástico o el vinilo, que al ser aislantes, no son adecuados.
MÁS SOBRE: