El gran cambio de Julia Janeiro, la hija de Jesulín y María José Campanario

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Desde que el pasado 2021 cumpliera la mayoría de edad, Julia Janeiro decidió abrir sus redes sociales y aprovechar la repercusión de su nombre para hacerse un hueco en este mundo. A sus 20 años la hija de Jesulín de Ubrique y María José Campanario cuenta con más de 200 mil seguidores en Instagram, una cifra que no pasa desapercibida a las marcas, que ya comienzan a interesarse en trabajar con ella.

En su cuenta esta explota su pasión por la moda y el maquillaje, mostrando algunos de sus conjuntos preferidos y los maquillajes con los que completa cada look. Julia ha sufrido un gran cambio físico en los últimos años, pues ha empezado a dejar atrás sus rasgos más infantiles para convertirse en una joven con mucho potencial para vivir de su imagen en redes sociales.

No obstante, este mundo tiene su parte negativa, y es que las críticas al físico de los demás lamentablemente están a la orden del día, razón por la que incluso la propia María José Campanario tuvo que salir en defensa de su hija por las críticas a su cuerpo o a la manera en la que esta se muestra en sus redes.

A través de sus recientes publicaciones podemos ver cómo Julia Janeiro utiliza sus redes para potenciar su imagen, compartiendo su estilo de vida o sus trucos de belleza, así como sus maquillajes y sus looks. En una de las más recientes esta mostraba precisamente el resultado de haberse puesto en manos del maquillador José Manuel Montejo. «Mi make up artist de confianza, te amo bebé«, escribía esta.

 

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Julia Janeiro y las polémicas de su vida sentimental

Si hay un cambio notable en el comportamiento de Julia Janeiro a través de sus redes sociales es la manera en la que esta ha dejado de contar detalles sobre su vida personal tras protagonizar varias polémicas relacionadas con sus parejas sentimentales.

El fracaso de tres relaciones en menos de tres años hizo que muchos pusieran el foco en la hija de Jesulín y María José Campanario, a la que señalaban de ser tener «unos celos enfermizos« y estar «obsesionada con acaparar toda la atención de sus novios«, tal y como confesaba una fuente cercana sobre el motivo por el que sus relaciones fracasaban.