Lo explican desde la web Home Now, desde donde se refieren a algunos estudios que confirman que el ambiente húmedo y cálido que se queda atrapado en el interior del tambor tras los lavados es el causante de que se adhieran a la ropa, explican desde 20Minutos.
La buena noticia es que evitarlo es de lo más sencillo, tan solo debemos, en lugar de dejar la ropa en el interior de la lavadora durante un tiempo, abrir la puerta del tambor en cuanto termine el ciclo de lavado, así de sencillo. Después dejar ventilar unos minutos y tender.
Limpiarla una vez cada dos meses será suficiente y para ello debemos poner una lavadora sin ropa a la mayor temperatura posible y con medio litro de vinagre, sin jabón, para eliminar así los restos de jabón. Si tu lavadora tiene programa de autolavado, utilízalo.
Hace tiempo ya nos referíamos a los consejos de la organizadora profesional Marisa Morell, de ‘MM Orden y Estilo’, en ABC Bienestar, que explicaba la importancia de secar el interior de la lavadora después de cada lavado, «…especialmente en las gomas se formará moho que puede ensuciar las prendas que están en proceso de lavado», explicaba. Además, para limpiar el cajetín del detergente lo recomendable es sacarlo y fregarlo debajo del grifo, » para retirar restos de detergente o suavizante que con el tiempo se endurecen y lo obstruyen».