Pablo López acaba de dar comienzo a la parte internacional de la gira con la que celebra sus diez años en la industria musical, interpretando en directo algunas de las canciones más exitosas de su trayectoria, como ‘La mejor noche de mi vida’, ‘El incendio’ o ‘Mama no’, además de sus últimos lanzamientos, ‘Quasi’, ‘El abrazo más grande de todos los tiempos’, ‘Abril sin anestesia’ o ‘Mira como bailan’. Durante el mes de octubre visitará gran parte del continente americano, haciendo escala en ciudades como Santo Domingo, Nueva York, Los Ángeles o Monterrey, mientras que el mes de noviembre será el turno de Europa. Escocia, Irlanda o Francia serán algunos de nuestros países vecinos que tendrán la suerte de recibir al pianista.
Si algo sabe hacer el malagueño es transmitir mensajes a través de sus letras y su voz, elementos con los que juega a la perfección para conseguir cautivar a cada uno de los oyentes que se disponen a escuchar alguna de sus canciones. Pero hay un detalle que pasa desapercibido por muchas personas: la inclusión de varios animales en sus composiciones.
El gato es una de las mascotas a las que el malagueño hace alusión en sus letras, e incluso ha llegado a dedicarle una canción completa, que se publicó con el nombre de este animal como título. Pertenece al tercer disco del cantante, ‘Camino, fuego y libertad’, y en ella habla sobre lo especial que es la vida de los felinos, que difieren mucho con los humanos.
«Mi gato no tiene la culpa de tu cobardía, no tiene complejo de psicoanalista, no temas sus ojos ni sus siete vidas. Brillante, camina despacio y esquiva gigantes, de extraña mirada, de salto elegante, pequeño vestigio de fiera salvaje. Por eso déjalo, no mendiga caricias, no precisa mi amor, sabe de mi arañazo, de mi boca felina».
También se ha dejado llevar por los animales más ligados al mundo de la fantasía, como es el caso del Unicornio. Este animal fue el escogido para dar nombre a su cuarto proyecto discográfico, aunque con una característica ortográfica especial, ya que decidió escribirlo con ‘K’. Además, también le dedica una canción íntegra en este álbum, titulada del mismo modo, ‘Unikonio’.
«Se durmió, destapado en el sofá, que difícil entenderle cuando está cansado. Déjalo tranquilo nadie sabe lo pesado que es volar, me vendió las alas y ha perdido la mitad del corazón, te lo conté, que sigue allí, primaverando el jardín y entre esas flores me perdí porque mi unicornio es así, Tú sigues, sonando, de primaveras el jardín».
El animal más reciente en la discografía de Pablo López es el colibrí, que pese a no estar nombrado de manera textual en ninguno de sus sencillos, es la imagen de todas las canciones que ha publicado a lo largo de los últimos meses, en las que su color cambia. Además, es uno de los elementos principales del videoclip de ‘Mira como bailan’.
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