Se trata de freidoras que combinan la función de grill con la de aire caliente circulando a gran velocidad, logrando así un efecto similar al de un horno pero con un gasto menor de energía y tiempo, además de una textura crujiente, similar a los fritos pero con mucha menos grasa.
Para utilizarla, lo primero es colocar la comida en la canasta de la freidora, ajustar temperatura y tiempo de cocción según el alimento que vayamos a cocinar y meter la canasta dentro de la freidora, «que contiene un elemento de calentamiento que calienta el aire a alta temperatura», explican desde El periódico.
Los alimentos se cocinan y doran de manera uniforme gracias a que el aire caliente se mueve a mucha velocidad alrededor de estos y el exceso de grasa y aceite se acumulan en la bandeja de goteo que hay debajo de la canasta. Al final del ciclo la comida tendrá una textura crujiente y dorada similar a la que obtenemos al freír pero con mucha menos grasa.
Pero hay un elemento de este electrodoméstico del que quizás no conozcas su función, nos referimos a la rejilla que se coloca dentro de la cesta de la freidora. Su función es elevar los alimentos por encima de la superficie de la cesta y permitir así que el aire caliente circule alrededor de ellos y los cocine de manera uniforme, evitando que se peguen a la cesta.