No cabe duda que en muchos casos hacer posible la conciliación familiar pasa por la ayuda de los abuelos. En ese sentido hace algunos meses nos referíamos a la psicóloga del Centro Integran San Lorenzo, Montse Díaz, que explicaba en un artículo en el diario El país, que los abuelos, «Suelen ser referentes, cuidadores y compañeros de juegos, además la experiencia añade un grado de sabiduría a sus enseñanzas con los hijos y nietos». Hoy hablamos de expresiones y frases que a veces los abuelos dicen a los nietos y que no deberían decir.
Y es que la experta añadía que decir que los padres están para educar y los abuelos para consentir, está haciendo mucho daño en la actualidad, ya que «se puede acabar malcriando a los nietos o sobrepasando los límites de las normas de los padres del niño».
Y es que es mucho el tiempo que abuelos y nietos pasan juntos y al final la influencia de los primeros en la vida de los niños termina siendo mucha. Lo normal es que sea una relación de entrega y amor incondicional, pero los expertos se han fijado en que hay algunas frases que a veces dicen a los niños y que deberían evitar.
Abuelos, cuidado con estas frases
Desde Good to Know, el portal dedicado a la paternidad y maternidad, el psicólogo clínico Daniel Glazer, explica que los abuelos son «a quienes recurrimos en busca de sabiduría, amor incondicional…Pero incluso sus palabras bien intencionadas pueden causar inadvertidamente ondas debajo de esos exteriores cálidos y cariñosos».
Se refiere con esto a que comentarios que aparentemente son inofensivos y que no llaman la atención de otro adulto, pueden llegar a tener, «un poder inesperado para socavar la confianza familiar y erosionar los cimientos emocionales», teniendo en cuenta el » frágil concepto que tienen de sí mismos los pequeños».
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Desde huffingtonpost.es se refieren a algunas de estas frases que tienen que ver normalmente con los progenitores de los niños o con el aspecto físico de los pequeños, frases como:
«No se lo digas a tus padres»
«Tu padre y tu madre están equivocados sobre…»
«Eres mi nieto favorito»
«Ojalá tu hermano se pareciera más como tú»
«Mi conejito gordito»
«¡Estás muy grande! ¿Has engordado?»
«Sólo los bebés todavía juegan con eso»
«¿No es ese un juego tonto?
«¡Será mejor que le des un abrazo y un beso a la abuela!»