Y es que cada vez aumentan los pacientes que llegan a la consulta de los médicos de familia con «una fatiga inespecífica que no responde a factores orgánicos«, explican desde El País.
En declaraciones a Runnersworld el Dr. Alejandro Martín Quirós, del servicio de Medicina Interna del la Clínica Olympia Quirónsalud, especialistas en deporte, explica que «se denomina síndrome de fatiga crónica, ya que no sólo es cansancio e incluye un conjunto de síntomas y signos que, cuando están presentes caracterizan a esta enfermedad». Y añade que para poder establecer este diagnóstico » los síntomas deben estar presentes al menos seis meses y con una intensidad moderada o grave al menos la mitad de este tiempo».
Los síntomas más comunes de esta dolencia son:
La genética podría ser otro posible desencadenante de la misma, ya que en algunas familias hay algunas características genéticas que todos los miembros que tienen fatiga crónica comparten. Y un tercer factor, la depresión, ya que hay estudios donde hasta dos de cada tres personas con fatiga crónica tienen depresión, «pero no se ha podido determinar si la depresión comenzó antes que la fatiga crónica y si es una consecuencia (de la limitación vital que supone) o una causa de esta enfermedad», explican.
Pero antes de llegar a la conclusión de que se trata de fatiga crónica, el médico debe descartar otras razones para que su paciente esté extremadamente cansado, como la anemia, una enfermedad tiroidea, depresión o diabetes de tipo 2, para lo que realizará las pruebas pertinentes.
A veces incluso un cambio de hábitos es suficiente para que ese cansancio desaparezca, modificar hábitos tan sencillos como beber más agua, no mirar pantallas antes de dormir, regular la temperatura del dormitorio, no beber bebidas excitantes o cambiar el colchón pueden suponer un antes y un después.
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