bronceado

Un experto acaba con uno de los mitos más comunes sobre el bronceado

El efecto es justo el contrario, no nos broncearemos y además estaremos menos protegidos

Ana Más

A estas alturas tenemos más que claro que hay algunas normas básicas para ponernos morenos sin dañar nuestra piel ni exponerla a peligros innecesarios. El principal utilizar protección solar alta y renovar su aplicación cada dos horas aproximadamente. De esta manera logramos el bronceado más saludable posible

Pero además de este tipo de consejos, en las redes sociales podemos encontrar todo tipo de recomendaciones para ponerse más moreno en menos tiempo, por ejemplo la creencia de que rociarnos con un atomizador de agua de mar consigue que nos bronceemos antes. Pues bien, ahora un profesor de física italiano ha desmontado esta idea a través de sus redes sociales.

Y es que Vincenzo Schettini, que así se llama el físico, argumenta que haciendo esto solo conseguimos que la sal del agua se deposite en la piel y a su vez el efecto de esto es que la barrera cutánea se debilite y la piel esté más seca y sensible. Esto, a su vez, puede hacernos producir menos melanina, reduciendo así la capacidad de broncearnos. Por otra parte estaremos menos protegidos contra los rayos UV del sol, explican desde Huffington Post.

Los peligros de este tipo de bronceado


Por todo ello, rociarnos con agua de mar solo va a provocar en nuestra piel enrojecimiento, quemaduras y otros daños. Por eso el profesor recomienda ponerse una buena protección solar y ducharse con agua dulce al salir del mar, para evitar precisamente ese efecto de la sal en la piel. 

Aunque no es aconsejable para acelerar el bronceado, «el agua de mar tiene una alta concentración de minerales, como el magnesio, el sodio y el potasio, ayuda a limpiar y desintoxicar la epidermis. Además contribuyen a mejorar la hidratación y la elasticidad de la piel. Además, el agua de mar tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, así que se puede usar para tratar afecciones cutáneas como el acné, la psoriasis y el eccema», explican desde la web mgc.es. 

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