El organismo, cuyo objetivo es proteger a los consumidores de los peligros alimentarios, ha notificado la presencia de Clorpirifós, un producto fitosanitario, un insecticida, en estos melones, explican desde la web de la OCU. Se utiliza en el control de plagas agrícolas, sobre todo en cultivos de soja, maíz, trigo y girasol.
La Comisión Europea ya desautorizó en 2020 ese pesticida que ahrora ha sido detectado en estos melones por encima de su límite permitido, por lo cual no pueden ponerse a la venta. En concreto superaban el nivel máximo permitido de 0.01 mg/kg – ppm de esta sustancia, lo que indica un riesgo “potencialmente serio”.
Desde la OCU instan a la calma ya que, este tipo de incidencias no van dirigidas a los consumidores, se trata de un sistema de aviso rápido entre las autoridades sanitarias europeas de problemas que se detectan en la frontera, para que los productos no se comercialicen. Y es que cualquier producto del que se sospeche que puede ser dañino o no cumpla las especificaciones va a ser objeto de notificación, independientemente de su origen, matizan desde El Comercio.
Según explica la bromatóloga Patricia Solá en Aragón TV todos los alimentos que llegan a nuestras fronteras se analizan mediante muestreos y si hay riesgo se avisa mediante el Rasff al resto de países para que estén alerta. Además explicaba que es una alerta entre los países miembros y el producto no ha llegado al consumidor y remitía a la página web de AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), dónde cualquiera que lo desee puede consultar el listado de alimentos contaminados.
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