Por regla general la fruta aguanta mucho menos con el calor, madura mucho antes y a veces tanto que es imposible comerla y esto hace que sus propiedades se vean alteradas. Sin embargo si sabemos como conservarla no se estropeará o al menos aguantará en buenas condiciones durante mucho más tiempo.
Desde Mujer de hoy aluden a la nutricionista Beatriz González, portavoz del Colegio profesional de Dietista-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid, que a través de sus redes sociales ha explicado que el truco está en no mezclar las frutas climatéricas y las no climatéricas: «Es necesario separarlas para evitar que maduren demasiado rápido», además añade que hay que saber qué frutas debemos guardar en la nevera y cuales en el frutero.
Pero, ¿qué es la fruta climatérica? Desde la web de la OCU lo explican: «Las frutas climatéricas son aquellas que pueden seguir madurando una vez que se recolectan», y añaden que si se compran verdes, se puede esperar a que alcancen su punto de maduración ideal. Es decir podemos comprar una manzana o un aguacate verdes y dejarlos que maduren en casa. Además del aguacate y la manzana, son frutas climatéricas el albaricoque, la chirimoya, el kiwi, la ciruela, el melocotón, el melón, la pera, el plátano, la sandía y el tomate.