Entre los alimentos que se verán afectados, destacan los huevos, frutas y verduras, que durante el último año se han beneficiado de una rebaja impositiva significativa. Desde que se implementó la medida de reducción del IVA a finales de 2022, estos productos estuvieron exentos del impuesto o gravados con un tipo mínimo. Sin embargo, con la eliminación de esta ayuda fiscal prevista para 2025, los consumidores notarán un aumento en el coste de estos alimentos esenciales.
El Ministerio de Hacienda ha informado que la retirada progresiva de la reducción del IVA comenzará a impactar desde enero de 2025. Esto significa que los productos que actualmente están gravados con un tipo superreducido o exento volverán a niveles impositivos más altos. Por ejemplo, el aceite de oliva, que pasó de tener un IVA del 10% a quedar exento temporalmente, volverá a tributar a un 4%. Este cambio se espera que influya directamente en el precio de venta, lo que implicará un encarecimiento para los consumidores.
Del 5% al 7,5%
Además, algunos productos que actualmente están sujetos a un tipo impositivo más reducido, como la pasta o los aceites de semillas, también verán un aumento en su carga fiscal. Estos pasarán de tributar al 5% a un 7,5%, lo que igualmente repercutirá en los precios que los consumidores deberán pagar.
Este ajuste en la política fiscal refleja el fin de las medidas de emergencia que se implementaron en 2022 para contrarrestar la fuerte subida de los precios tras la guerra en Ucrania y la crisis energética. Con la recuperación económica en marcha, el Gobierno ha decidido dar por terminada la reducción del IVA, lo que inevitablemente llevará a una subida en los precios de los productos más básicos. A pesar de la presión de algunos grupos parlamentarios que abogan por mantener estos alivios fiscales, la administración actual ha optado por avanzar en la eliminación de estas ayudas temporales.