Espalda de una chica llena de arena.

Este verano querrás mancharte: los beneficios de la arena de la playa

Una larga lista de efectos positivos gracias a este elemento natural

Lola Rabal

Es posible que hayas oído sobre las múltiples ventajas de entrar en contacto con la arena de la playa, pero tal vez no conozcas todos los beneficios que esta actividad tiene para tu salud y bienestar. Más allá del contacto con el agua, ese grano de la playa ofrece una variedad de beneficios que vale la pena conocer.

Arena
Getty

Uno de los beneficios más destacados de caminar por la arena es su capacidad para ayudar a perder peso. Debido a que requiere un esfuerzo mayor, caminar sobre la arena permite quemar más calorías y tonificar las piernas de manera más eficiente que en superficies más firmes. «Caminar es siempre una actividad beneficiosa que te ayudará a bajar de peso o mantenerte en forma, pero si caminas por la arena, obtendrás aún mejores resultados», señalan expertos en salud.

Pasear por la arena también fortalece los músculos, beneficiando las articulaciones y tendones de los pies y tobillos. Además, caminar descalzo mejora la densidad ósea, disminuyendo el riesgo de lesiones al fortalecer las articulaciones. «Caminar descalzos por la playa hace que las articulaciones sufran menos al tiempo que aumentan su fortaleza», afirman fisioterapeutas.

Otro beneficio significativo es que mejora la circulación cardiovascular. El contacto de la piel con la arena favorece la renovación del flujo sanguíneo, evitando la hinchazón de los tobillos causada por la insuficiencia venosa.

Pies con arena
Getty

Ventajas adicionales de la arena de la playa

Aparte de los beneficios ya mencionados, la arena de la playa ofrece otras ventajas importantes. Por ejemplo, mejora el estado de ánimo. «Gracias a sus propiedades relajantes, es ideal para combatir las tensiones y el estrés diario», aseguran psicólogos. Investigaciones han demostrado que las actividades al aire libre junto al mar mejoran la salud mental y aumentan la autoestima.

La arena también actúa como un exfoliante natural. Al caminar por la arena seca, se produce una exfoliación natural de los pies, dejándolos más suaves. «La arena de la playa hace que, al caminar sobre ella, podamos disfrutar de un masaje en pies y tobillos, mejorando la sensación de bienestar», indican podólogos.

Finalmente, la tiene propiedades termorreguladoras que, al enterrarnos en ella, especialmente cuando está caliente, estimulan la sudoración y facilitan la eliminación de toxinas e impurezas de la piel. Pasear también ayuda a reducir la aparición de callos y durezas en los pies, y es beneficioso para las mujeres embarazadas, mejorando su circulación sanguínea y la estabilidad del pie y la espalda.

MÁS SOBRE: