Pero no es tan normal que un departamento ponga tanto empeño en la protección y seguridad de los conductores sobre delitos que nada tienen que ver con la circulación en carreteras.
Son varias las veces en las que las autoridades catalanas han tratado de concienciar sobre la peligrosidad de una vía concreta y no precisamente por ser un terreno complicado.
Hay un tramo en concreto que es el que más preocupa al Servicio Catalán de Tráfico (SCT) y, por ende, también debería preocupar a lo conductores. Se trata de una carretera que destaca por su alto nivel de peligrosidad en cuanto a robos.
Hablamos de la AP-7, la que recorre toda la costa del Mediterráneo, desde la frontera con Francia, hasta el municipio de Vera. Es una de las más populares y está entre las de mayor longitud.
Es, además, una de las más peligrosas por la cantidad de robos y ataques de ladrones que se han producido en estaciones puntos de la carretera o en estaciones de servicio en el tramo que une Barcelona con La Junquera.
Según advierte el Servicio Catalán de Tráfico a través de sendos carteles luminosos, es un tramo en el que hay que tener mucho cuidado y, de hecho, recomiendan a los conductores que no se paren en esta vía.