Errores imperdonables que cometes en la mesa sin darte cuenta

Basta con poner un poco de atención para evitarlos

Ana Más

Sin educación se puede ir a pocos sitios en general, y tenerla en la mesa en particular es esencial. Sin embargo, muchas veces, de manera inconsciente, cometemos errores comiendo que podemos evitar si ponemos algo de atención, dando una imagen mucho más refinada y educada y, sobre todo, creando un ambiente mucho más agradable para los que comen con nosotros. Hoy nos detenemos en algunos de ellos.

El primero de ellos tiene que ver con la colocación del pan y la bebida en la mesa. Si no tenemos claro dónde se colocan estamos expuestos a coger el que no nos corresponde. El pan siempre se coloca a nuestra izquierda y la bebida a nuestra derecha.

Otro de los más frecuentes es comer los espaguetis absorbiendo con la boca, con lo que al final conseguimos que queden colgando creando un efecto horroroso, sobre todo para el que tenemos enfrente nuestro. Es mucha mejor opción sin duda, enrollarlos con ayuda de una cuchara.

Más errores a evitar en la mesa mientras comemos


Ponernos el menú delante de la cara a la hora de escoger nuestra comida es otro error muy común. Mucho mejor si lo situamos por debajo a la altura del pecho, apoyándolo en la mesa y dejando el rostro a la vista de nuestro interlocutor.

Si nos ponen aceitunas con hueso como aperitivo debemos evitar tirar el hueso desde arriba al plato, como si se tratara de concurso de lanzamiento de huesos, lo educado es cogerlo disimuladamente con la mano y dejarlo en el plato. Lo mismo ocurre con los palillos, jamás debemos utilizarlos en público para sacarnos algún resto de comida, mucho mejor disculparnos e ir al aseo.

Otro error frecuente tiene que ver con untar la mantequilla en el pan, nunca debemos untarnos una rebanada entera, sino coger un poquito, dejarla en nuestro plato e ir cogiendo trocitos de pan.

Por lo que se refiere a la servilleta, nunca la enseñes por la parte que está más sucia, trata de evitarle ese trago a la persona con la que estás comiendo, dóblala sobre tu regazo y, sobre todo, nunca la uses como un babero.

Además, por supuesto, de los consabidos errores de hablar con la boca llena, apoyar los codos en la mesa, hablar por teléfono mientras comemos, soplar la comida para que se enfríe, recoger los alimentos del suelo o hacer ruido al comer.