Pero si hay algo que distingue al artista de la mayoría de las estrellas, es que Enrique no necesita dar entrevistas para compartir lo que siente; su verdadero diario personal se encuentra en sus canciones. Aunque ha tenido relaciones estables y de larga duración, como con Anna Kournikova, sus letras nos dejan ver un Enrique vulnerable, el que ha sufrido y aprendido de cada relación fallida.
Desde el dolor de la pérdida hasta la aceptación de que algo no va bien, su discografía es un manual sobre cómo lidiar con las separaciones.
Una de las más dolorosas es la que deja un vacío insuperable, ese tipo de ruptura donde el dolor parece no tener fin. En Lloro Por Ti, Enrique plasma este sentimiento con una honestidad desgarradora. El cantante refleja la impotencia de perder a alguien que aún amas, el sufrimiento de saber que no hay vuelta atrás y que la persona que te llenaba el corazón ya no está.
Lloro por ti
Soñando que lo nuestro tiene algún remedio Lloro por ti Es que no hay forma de olvidarme de tus besos Lloro por ti Porque no dejo de pensar, ¡cuánto te quiero! Lloro por ti, ah, ah
Otro tipo de separación es la del amor imposible, cuando ambas personas saben que, aunque hay sentimientos, lo mejor es seguir caminos diferentes. Nunca Te Olvidaré es el himno perfecto para este adiós lleno de nostalgia. A pesar del amor, la vida se interpone y separa a dos personas que quizás en otro momento o en otra vida habrían podido ser felices juntos. Es una despedida triste, pero inevitable.
Pueden borrar mi memoria
Pueden robarme tu historia Pero nunca te olvidaré Pero nunca te olvidaré
También está la ruptura impulsiva, llena de rabia y de esas verdades que duelen, pero que es necesario enfrentar. En Dímelo, Enrique deja claro que a veces lo más doloroso es saber la verdad, por cruda que sea. Canta, reflejando esa mezcla de despecho y desesperación por obtener respuestas.
Porque ya no puedo despegarme de ti
Cuanto mas quiero escaparme mas me quedo
Mirándote a los ojos sin respirar
Y esperando solo un gesto para empezar
Por último, Enrique también ha explorado las separaciones que, tras el sufrimiento inicial, dejan una sensación de liberación. Súbeme La Radio es una muestra de cómo, a veces, el final de una relación se convierte en una oportunidad para recuperar las ganas de vivir el momento.
Súbeme la radio, que esta es mi canción
Siente el bajo que va subiendo
Tráeme el alcohol que quita el dolor
Hoy, vamos a juntar la Luna y el Sol
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