El videoclip muestra de manera clara cómo Paulina Rubio se enfrenta al acoso por parte de varios hombres que la rodean, la persiguen y la acorralan mientras camina por la ciudad a altas horas de la madrugada. A lo largo del video, la cantante se ve en situaciones donde estos hombres invaden su espacio personal, una representación directa de lo que muchas mujeres han experimentado y siguen experimentando en su vida diaria. En lugar de asumir un rol pasivo, Rubio se defiende, se empodera y finalmente logra liberarse de sus acosadores, enviando un mensaje claro de resistencia y fortaleza.
En la actualidad, este tipo de escenas son identificadas y discutidas con mayor conciencia, ya que la sociedad ha avanzado en la lucha por la igualdad de género y en la denuncia de comportamientos abusivos. Pero en 2006, cuando salió Ni Una Sola Palabra, el acoso callejero todavía era un tema poco debatido y, muchas veces, normalizado. El video se interpretó más como una propuesta visual atractiva que como una denuncia social.
Con el paso del tiempo y gracias al activismo feminista, el acoso callejero ha sido reconocido como una forma de violencia de género. Es interesante reflexionar cómo, a pesar de los avances, la experiencia visual que narra el tema sigue siendo relevante hoy. El hecho de que en su momento este video no fuera leído como una denuncia habla de cómo la sociedad ha cambiado en su percepción del acoso. Paulina Rubio, sin proponérselo explícitamente, se adelantó al discurso actual.
Está gritando
Ya sé que no se entera
El corazón escucha tu cabeza
Pero a dónde vas?
¿Me estás escuchando?
¿Qué hay de tu orgullo?
¿Qué habíamos quedado?
La noche empieza y con ella mi camino
Te busco a solas con mi mejor vestido
Pero a dónde estás?
¿Qué es lo que ha pasado?
¿Qué es lo que queda después de tantos años?
Miro esos ojos que un día me miraron
Busco tu boca, tus manos, tus abrazos
Pero tú no sientes nada
Y te disfrazas de cordialidad
Ni una sola palabra
Ni gestos ni miradas apasionadas
Ni rastro de los besos que antes me dabas
Hasta el amanecer
Ni una de las sonrisas
Por las que cada noche y todos los días
Sollozan estos ojos
En lo que ahora, te ves
Como un juguete que choca contra un muro
Salgo a encontrarte
Y me pierdo en cuando busco
Una oportunidad, un milagro o un hechizo
Frente a los ojos que un día me miraron
Pongo mi espalda y aquí unos cuantos pasos
Y me apunto otra derrota
Mientras mi boca dice nunca más
Ni una sola palabra
Ni gestos ni miradas apasionadas
Ni rastro de los besos que antes me dabas
Hasta el amanecer
Ni una de las sonrisas
Por las que cada noche y todos los días
Sollozan estos ojos
En lo que ahora, te ves
No puede ser, no soy yo
Me pesa tanto el corazón
Por no ser de hielo cuando el cielo
Me pide paciencia
Ni una sola palabra
Ni gestos ni miradas apasionadas
Ni rastro de los besos que antes me dabas
Hasta el amanecer
Ni una de las sonrisas
Por las que cada noche y todos los días
Sollozan estos ojos
En lo que ahora, te ves
Ah-ah-ah-ah-ah
Ah-ah-ah-ah-ah
Ah-ah-ah-ah-ah
Palabras
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