Y es que aunque Kate Middleton y William cuentan con una niñera que les ayuda con sus tres hijos, la prensa británica siempre se ha hecho eco de la implicación de la pareja en su educación, en la que como todos los padres, tienen establecidas una serie de normas, una de las cuales es innegociable.
Desde Lecturas explican que la norma en cuestión es no gritar en casa: «Los gritos están absolutamente prohibidos para los niños y cualquier indicio de voces altas entre ellos se resuelve con la expulsión», explican en ‘The Sun‘.
Aunque la manera de resolver el conflicto si los niños gritan en lugar de mandarles a su habitación, es muy distinto: una charla en el sofá.«El niño travieso debe salir fuera de la habitación para evitar cualquier tipo pelea. Se corta por lo sano para ellos hablen con calma sobre lo ocurrido. Se le explican las posibles sanciones y se le describen las consecuencias. Ellos nunca les gritan tampoco. Predican con el ejemplo», explican desde el periódico británico.
Lo que está claro es que tanto Kate Middleton como Guillermo son unos padrazos, la experta en Casa Real, Danielle Stacey explica en la revista Hello!: «A menudo la hemos visto cogiéndoles las manos o abrazándoles cuando eran más pequeños. Ha habido muchos gestos reconfortantes como una palmaditas en la espalda o caricias en el pelo. Cuando ella interactúa con otros niños en sus compromisos públicos también suele agacharse para interactuar con ellos, algo que Diana hacía a menudo».
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