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El menosprecio de las Campos ocasiona el llanto de Meli Camacho en ‘Ni que fuéramos’

La amiga de María Teresa se sintió desplantada en la misa funeral organizada por Terelu y Carmen

Marcos Aceña

A las polémicas por las tan sonadas ausencias en la misa en homenaje a la periodista María Teresa Campos, fallecida el pasado mes de septiembre a causa de una infección respiratoria agravada, se les suma una nueva, las declaraciones de Meli Camacho, amiga y compañera de profesión de la matriarca del clan Campos, sobre el trato que recibió en la misa por parte de Terelu Campos y Carmen Borrego, e incluso por alguna de sus hijas.

Lo que se esperaba que fuese un reconocimiento a una trayectoria periodística brillante se convirtió en una mañana de reproches, gestos despectivos y malestar generalizado, tal y como Meli Camacho ha confesado a los colaboradores del nuevo Sálvame, ‘Ni que fuéramos’, en la tarde de ayer.

Reconoció ser el topo de la información

El homenaje, que en un principio estaba pensado como un evento íntimo, en el que se juntarían únicamente las personas que en su momento estuvieron más vinculadas a María Teresa, se convirtió en un evento mediático más. Algunos de los miembros del clan Campos se mostraban sorprendidos con que la información sobre el evento hubiera trascendido y se empezaron a cuestionar quien de todos podría haber sido el causante de la filtración.


Meli Camacho confirmó en el programa presentado por María Patiño que la información se la había proporcionado ella a algunas personas, por lo que admitió ser «el topo».

Durante su conexión telefónica con los colaboradores no pudo evitar romperse a llorar tras contar los desplantes que Terelu y Carmen habían tenido con ella, ya que admitió no haberse sentido arropada: «Tú lo notas, cuando vas a un sitio y nadie te da la mano, nadie se acerca… Esas cosas no hay que contarlas. Yo llego a la iglesia, Carmen me da un beso y le pregunto que dónde me siento, y dice que donde quiera».

Para terminar, Meli aseguró que su relación con las hijas de María Teresa pende actualmente de un hilo: «Ellas tenían que tenerme un mínimo de respeto. ¿Que no me lo tienen? Pues yo a ellas tampoco»