«Yo hice una canción que ganó el Festival de Benidorm. Tengo que decir que la canción era horrorosa, aunque la hice con buena intención«. Así lo explicó como invitado de ‘En la tuya o en la mía’, el programa de Bertín Osborne.
Lo cierto es que esta canción que Pablo Motos llevó a Benidorm tenía un significado especial. Y es que se la dedicó a su técnico de radio, Baltasar Montaner, una persona ciega: «Era una persona maravillosa y excelente. Me enseñó mucho de los ciegos. Le hice una canción y la llevamos al festival».
«Vuelvo a repetir que la hice con cariño», dijo antes de cantar unos versos con Bertín. «Somos como tú y como aquel, tal vez no podamos ver, pero estamos vivos», continuó. «Al pan se le llama pan, al vino vino y al ciego amigo», seguía la letra, la cual ganaba más fuerza con un coro de 40 niños ciegos, “como si fuera el ‘We are the world’”.
«La canción no era tan buena, pero el efecto de los 40 niños cantando. Eso fue idea mía. Si es una canción dedicada a los ciegos pensé que si había una coral de niños ciegos. Lo hice desde el lado romántico, porque yo quería mostrar mi amor sobre todo al técnico de radio que me había hecho tanto bien», contó en el programa de Bertín.
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