Ester Expósito recibía ayer mismo el Bazaar Women of the Year 2024 New Generation y aprovechaba su discurso de agradecimiento para «alzar la voz contra el machismo, la violencia de género y el poder en el sentido negativo que en las redes sociales se ejerce sobre las mujeres», explican en Divinity.
Y es que hace tan solo unos días, la actriz se convertía en noticia por un ‘supuesto’ cambio físico, muy comentado, tras algunas recientes apariciones suyas en televisión. Harta, Expósito no ha podido contenerse y ha explicado que tras reflexionar sobre las diferentes formas de violencia que se ejercen sobre las mujeres, se ha dado cuenta de que se ha normalizado que alguien critique en las televisiones o en las redes sociales, el cuerpo de una mujer y estas sea señalada por ello.: «que eso no está bien» y que nadie opina («y menos públicamente») sobre el físico de otra persona. Y menos si no tienes ni idea de lo que estás hablando», añadía.
Y es que aunque ella sabe desde hace años ‘lo que hay’, explicó, se refería a ello por otras chicas que a lo mejor no tienen aún las herramientas que ella se ha encargado de adquirir con el tiempo y mucho esfuerzo, para gestionar este tipo de situaciones o que: «a lo mejor no las tienen o, aunque las tengan, no tienen porqué aguantarlo» explicaba y añadía tajante que: «Al igual que yo, que no tengo porque aguantarlo. Estoy cansada y estoy cabreada».
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A su vez se preguntaba cuanto tiempo va a tener que seguir leyendo la estupidez de que se ha realizado cincuenta retoques y cirugías desde que tiene 19 años: «La semana pasada volvió a ocurrir y resulta que me he estirado la cara con bótox y no sé qué más» y apelaba a su derecho de hacerlo si quisiera: «Si así fuera estaría en todo mi derecho y ningún desconocido tiene que venir a decirme nada porque no le he preguntado y porque es mi cara y hago lo que quiero con ella».
Y explicaba que simplemente había subido algo de peso y nada más porque: «lo creáis o no, las mujeres, al igual que los hombres, también crecemos, cambiamos, engordamos o adelgazamos y, al final, menos mal, significa que estamos vivas y que no somos muñecas. No vamos a quedarnos así para siempre, por suerte», decía.
La joven terminaba con una petición muy concreta: «dejemos de estudiar y analizar con lupa tan exhaustivamente a las mujeres«, ya que no sabemos por lo que puede estar pasando esa persona y qué motivos han sido los que le han supuesto ese cambio físico, explicaba. Además de dirigirse a «determinados medios de comunicación«, para pedirles que dejen de hacerse eco de este tipo de bulos, «para conseguir el clic fácil», ya que esto ayudaría a que la gente dejara de opinar alegremente sobre el físico de las personas, algo que al final: «es otro tipo de violencia más y que nos puede ocasionar un desgaste psicológico importante a las personas que lo sufrimos», terminaba su discurso.
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