Aitana está a caballo entre Madrid y Miami, centrada en el proceso de creación, composición y grabación del que será su próximo disco de estudio, mientras prepara, a su vez, los dos conciertos que ofrecerá en el Santiago Bernabéu en junio del próximo año. Pese a ello, ha querido acudir a la gala de los premios ‘Bazaar Women of the Year 2024’, donde ha sido galardonada con uno de los reconocimientos de la noche, por ser una de las mujeres más relevantes del panorama musical actual. Un premio que le ha hecho mucha ilusión y que ha aprovechado para ofrecer uno de los discursos más sinceros de los últimos tiempos.
Aitana y su importante discurso sobre la salud mental
«Estos últimos meses han sido muy intensos, y me gustaría compartirlo con vosotros y con el resto de premiadas, todas ellas mujeres a las que admiro muchísimo y os debo también estar aquí y tener valor para expresarme desde mi juventud y mi experiencia, e intentar ser oída por otras chicas y chicos a los que les puede ser útiles mis palabras», comenzaba diciendo Aitana, mientras todos los ojos se fijaban en ella, para posteriormente proseguir: «La realidad es que no se puede estar bien siempre, no se puede ser siempre feliz, es imposible una vida perfecta y sin embargo quienes muchas veces somos referentes de los más jóvenes, somos responsables, especialmente las mujeres, a ser un buen modelo para ellas. Nuestra mejor voluntad puede volverse en nuestra contra, o lo que es peor, en contra de ellas».
La cantante quiso compartir su estado emocional actual, para que el máximo número posible de personas consiguieran empatizar con el importante mensaje que promulgó: «Estoy feliz por este premio a mi música, y lo soy en este momento por todo lo que me rodea aquí, y estoy muy agradecida por la vida que tengo y sobre todo por las personas que me rodean y por el cariño de mis fans. Eso no impide que muchas veces esté triste, y en estos últimos momentos lo he estado, y lo estoy, he tenido un bajón emocional que desde fuera puede parecer incomprensible porque lo tengo todo, y es cierto, pero es que las personas no somos lo que tenemos, sino quiénes somos, qué nos sucede y cómo reaccionamos ante ello, y por mucho que nos guste pensar que tenemos el control, a menudo no lo tenemos y nos derrumbamos». Quiso hacer hincapié en garantizar a todos los oyentes que no ha problema por mostrarnos débiles en ciertos momentos de nuestra vida: «Sé que hay miedo a decirlo, porque parece que no hay espacio a la vulnerabilidad dentro del empoderamiento, pero estoy aprendiendo que el valor se demuestra poniéndolo a prueba en las batallas cotidianas, pequeñas o grandes, que enfrentamos y no en eludirlas. Detrás de una muralla todas nos mostramos seguras, invencibles, pero si queremos ser fuertes y valientes tenemos que salir de ella y mirar nuestros problemas de cara».
Además, quiso visibilizar la importancia de la salud mental, para que los problemas no se vayan acumulando: «Si la vida nos avisara antes de golpearnos, nos encontraría preparadas, pero la vida no es así para nadie, a eso se le suman las pequeñas circunstancias que todos hemos experimentado alguna vez: inseguridades, desafíos profesionales, también personales, cambios de última hora, sustos de salud que por suerte son falsas alarmas… Todo se va convirtiendo en una montaña que a veces cuesta escalar, y no quiero barrerla debajo de la alfombra y decir que estoy bien cuando no lo estoy, porque la salud mental es tan importante como la física, pero si me rompo la pierna no pasa nada pero si se me parte el alma o no estoy bien, mostrarlo es mostrarse débil o vulnerable y avergonzada».
Para finalizar su brillante intervención, la cantante quiso visibilizar la importancia que tiene hablar sobre los problemas que invaden nuestros pensamientos para que su magnitud no aumente: «Sólo quiero decir que todas las heridas deben curarse, las que se ven y las que no, y está bien contar lo que te pasa y por qué, ya sea hoy, ayer, o hace tres años, y sobre todo no tener miedo a decir quién o qué te ha hecho daño. No ocultemos nuestro dolor cuando sea invisible como nos han enseñado que hay que hacer, porque todas las heridas que no son tratadas, lo único que conseguimos es que empeoren, que nos infecten, y al final salimos peor paradas. Creo que compartirlo es el modo más responsable y efectivo para acabar con esta plaga. Muchísimas gracias».
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