Aunque a día de hoy, en una sociedad tan efímera el mayor reto es mantenerse, de estos cantautores se podría decir que el trono es suyo. Pueden presumir que muchas de las obras más icónicas de la música en español lleva su firma.
Ahora que los musicales se han hecho con la Gran Vía de Madrid, nos encantaría que alguno de ellos se atreviese con ello. Los hemos visto incluso poniendo voz a personajes de ficción. Este es solo el primer granito. Imagina el disco más icónico de tu artista favorito en una historia cantada. Y es que como si de la gran familia española se tratara, no hay quien se atreva a dejar alguno de estos nombres fuera.
Sería muy difícil conseguir entradas para Pólvora, El Musical. Con un decorado que evocase los tejados de Madrid, Leiva jugaría con las luces en el escenario, como siempre hace. El intérprete invitaría al espectador con 13 canciones a conocerlo. Lo que parece un chico tímido, flacucho y misterioso por fin cree en sí mismo. 13 temas que te hacen entender como se ha consagrado entre los grandes del rock. Unas letras que te hacen entender porqué tanto importancia a la defensa de la esencia de uno mismo.
Un espectáculo bajo el nombre de «Esto es Estopa», cómo empieza diciendo Malabares. Este musical podría presentar en el escenario lo que uno se imagina cuando piensa en una sobremesa con amigos de José y David, integrantes de Estopa. Un tablero con vasos llenos hasta arriba, comida y pausas entre canción y canción para reflexionar sobre lo que una larga sobremesa incita. De nuevo, 13 canciones de un álbum repleto de rumba que acabaría con la guinda: Paseo.
Mi mundo es pequeño llenaría todos los teatros. Algo incita a pensar que los propios asistentes irían a este espectáculo con esos amigos de toda la vida. Un escenario dedicado a las primeras conexiones. Desde Moriría por vos hasta Te necesito cada una de las canciones serían la banda sonora de tus recuerdos más íntimos.
Un musical en el que la andaluza hace un declaración de intenciones valiente y arriesgado. Vanesa es la reina en ponerle letra a las emociones que más escondidas se encuentran. Este espectáculo sería una oda a la madurez, esa palabra que tan mal suena. La malagueña invita a deshacerse del vértigo que causa y demuestra sofisticación en cada canción.
El proyecto que marcó un antes y un después en la carrera del artista, sería la opción perfecta para hacer un musical de su obra. Libertad por bandera es lo que acaba consiguiendo Pablo al terminar de interpretar todas las canciones del disco. Sobre el escenario se podría ver a un pequeño artista que se va deshaciendo de sus mayores miedo y fantasmas.
Manuel Carrasco regala con este disco, energía. Un escenario que te teletrasporte a Isla Cristina, la ciudad natal del cantante. Puede que de este show salgas con tanta positividad que te sorprendas a ti mismo. No te preocupes, es el super poder de el de Huelva.
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