Lo primero es el menor consumo de calorías, que algunos estudios han asociado con beneficios para la salud y la longevidad. Y es que la base de su alimentación son los vegetales, que «proporcionan una abundancia de vitaminas, minerales y antioxidantes, contribuyendo a la salud general y al sistema inmunológico», explican desde sabervivirtv.com.
Otra de sus premisas es que en su dieta incluyen más pescado que carne, aunque esta no está excluida de la misma. Y es que el pescado es una gran fuente enácidos grasos omega 3, que a su vez son beneficiosos para la salud cardiovascular. Y en concreto el pescado magro es gran fuente de proteínas para la dieta, explican.
Además, este tipo de dieta limita la ingesta de azúcares refinados y grasas saturadas. Algo esencial para mantener niveles saludables de glucosa en sangre y a prevenir la diabetes tipo 2. Por otra parte consumen de manera habitual soja y sus derivados, como el tofu que son ricos en proteínas y bajos en grasas saturadas, además de apostar por productos frescos y locales.
Practican además algo a lo que llaman Hara Hachi Bu, que consiste en comer hasta estar un ochenta por ciento lleno, es decir, no llenarse del todo, levantarnos de la mesa sin sentirnos llenos o lo que es igual, parar de comer a tiempo. También ayuda a reducir la ingesta de calorías la manera de cocinar japonesa, ya que suelen utilizar «métodos de cocción saludables como el vapor, la parrilla y la cocción al vapor», en lugar de freír. Se trata de «técnicas que preservan los nutrientes y evitan el uso excesivo de aceites y grasas, reduciendo así las calorías de la dieta», explican.