El dispositivo, basado en un diseño de biosensor, utiliza componentes comunes como tiras reactivas de glucosa fácilmente disponibles y la plataforma de hardware y software de código abierto Arduino, lo que hace que su costo sea extraordinariamente bajo, aproximadamente 5 euros.
Funciona mediante la interacción de tiras reactivas de papel tratadas con anticuerpos específicos con los biomarcadores de cáncer, presentes en la saliva. Al aplicar pulsos de electricidad a los puntos de contacto del dispositivo biosensor, los biomarcadores se unen a los anticuerpos, alterando así la carga y la capacitancia sobre el electrodo. Este cambio se traduce en una señal de salida que puede medirse y convertirse en información digital sobre la cantidad de biomarcador presente.
Una de las características más impresionantes es que solo se necesita una gota de saliva para el análisis, y puede ofrecer resultados precisos incluso con concentraciones extremadamente bajas de biomarcadores, tan bajas como una billonésima parte de un gramo por mililitro.
Este avance representa una alternativa revolucionaria a las técnicas actuales de detección de cáncer de mama, como las mamografías, ecografías y resonancias magnéticas, que son costosas, invasivas y pueden llevar días o semanas para obtener resultados. Además, presentan riesgos asociados como la exposición a dosis de radiación.
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